Abre el boulevard del Aeropuerto Internacional José Martí

El nuevo boulevard de la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí tardó tres años en construirse. (14ymedio)

Después de tres años de espera, los viajeros y acompañantes ya pueden acceder a la nueva zona anexa a la terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí. El llamado boulevard está abierto desde julio, coincidiendo con un aumento en la demanda de servicios aeroportuarios.

En julio de 2014 el presidente de la Corporación de Aviación Cuba­­na S.A, Ramón Martínez, aseguró a la prensa oficial que la instalación estaría lista para finales de ese año, pero el plazo se alargó sin sin explicaciones. Por momentos, la nave con tres módulos y techo a dos aguas parecía más una obra abandonada que en construcción.

El anuncio de su ejecución llegó también en un momento en que las autoridades habían prohibido la entrada en la terminal de los acompañantes y destinaron sus salones para uso exclusivo de los pasajeros. La medida, que duró más de ocho meses, generó tal intensidad de críticas que debió ser revocada.

Más de un tercio del total de pasajeros se mueve acompañada por la terminal aérea, según estudios de flujo de personas realizados en el interior del aeropuerto. La congestión en sus áreas ha crecido especialmente con el aumento del turismo y tras las flexibilizaciones migratorias que entraron en vigor en enero de 2013.

El nuevo boulevard de la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí tardó tres años en construirse. (14ymedio)
El nuevo boulevard de la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí tardó tres años en construirse. (14ymedio)

El nuevo boulevard tiene en su interior oficinas de turoperadores, transportistas, y servicios de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa). Aunque también hay dos cafeterías sin climatización, ya esta semana mostraban los primeros síntomas del desabastecimiento al no contar con cerveza, jugos ni agua.

La mayoría de los clientes confesaron su preferencia por el interior de la terminal para evitar la canícula veraniega y calificaron de incómoda y “sin una buena conexión con la terminal” a la nueva instalación. Además, consideran las áreas gastronómicas “poco preparadas para enfrentar la lluvia o el calor”.

Al boulevard le queda ahora pasar la prueba del tiempo y del uso, aunque ya puede verse que su puesta en marcha es apenas un remedio paliativo para un aeropuerto que necesita un proceso de ampliación de mayor envergadura y calidad.

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